Qué son y qué tipos de ácidos grasos existen
Uno de los nutrientes más temidos en toda dieta saludable son las grasas. Escuchamos hablar continuamente que las grasas contribuyen a causar y agravar problemas como la hipertensión, problemas del corazón o incluso el sobrepeso.
Es por eso que los nutricionistas normalmente desaconsejan que incluyamos en nuestra dieta carnes rojas, embutidos, mantequillas… Pero, muchas veces puede ser un poco contradicción cuando nos piden que comamos aguacate o aceite de oliva, porque son grasas buenas… Esto es porque aún no sabes qué son y cuál es la diferencia de los ácidos grasos.
¿Qué son los ácidos grasos y qué función tienen en nuestro organismo?
Los ácidos grasos son ácidos orgánicos (naturales) que componen las grasas, tal y como las conocemos. La contradicción de la que hablábamos viene por los tipos de ácidos grasos que existen y por su composición.
Los ácidos tienen funciones muy necesarias en nuestro organismo, ya que nuestro cuerpo no puede sintetizarlos (no puede generarlos), es por eso que necesitamos consumirlos. La importancia de consumir ácidos grasos reside en que estos ácidos orgánicos aportan energía a nuestros organismos, cuando consumimos la energía que nos aportan los hidratos de carbono nuestro cuerpo necesita una reserva de energía para continuar. Ayudan a los órganos a hacer su función, como al páncreas a generar hormonas. Se encargan del transporte de nutrientes por todo nuestro organismo.
¿Cual es la diferencia entre los ácidos grasos?
Como hemos visto, las grasas o ácidos grasos tienen funciones esenciales en nuestro organismo. Pero, los nutricionistas recomiendan no consumirlas a diario… Esto es porque existen varios tipos de grasas y dependiendo de su composición nuestro organismo las absorbe de una forma o de otra, y por lo tanto son buenas para nuestro organismo o no tanto…
Existen tres tipos de grasas distintas: las grasas saturadas, las grasas trans y las grasas insaturadas. Estas grasas cuando nuestro organismo las digiere se transforman en ácidos grasos y dependiendo de su tipo harán una función u otra en nuestro organismo.
Grasas saturadas
Las más temidas, ya que se ha demostrado que son las responsables de numerosas enfermedades como, por ejemplo, aumentos de colesterol.
El problema de estas grasas es su composición. Son moléculas de hidrógeno rectas y con enlaces sencillos lo que hace que nuestro organismo las pueda gestionar más rápido que el resto de grasas. De hecho, cuando a nuestro cuerpo le sobra energía se encarga de fabricar más grasas, para que en un futuro le puedan aportar esta energía.
Grasas trans
Estas grasas son totalmente desaconsejables para nuestra salud. Los nutricionistas consideran que nuestro organismo no necesita estas grasas, ya que se fabrican artificialmente alterando las grasas saturadas para hacerlas líquidas a temperatura ambiente. Los efectos de estas grasas en nuestro organismo son inflamatorios y oxidantes, además de que son el detonante de enfermedades cardiovasculares graves.
Grasas insaturadas
Esta tipología de grasas son las que nos ayudan a reducir los efectos de las anteriores, reduciendo los niveles de colesterol, y las podemos distinguir porque a temperatura ambiente son líquidas.
Encontramos dos tipos, monoinsaturadas, que ayudan a reducir el colesterol y las poliinsaturadas, que contienen Omega 3 y 6 que nos ayudan en las funciones neurológicas además de ayudar a nuestro sistema inmunitario, entre otras funciones.
¿Dónde podemos encontrar este tipo de grasas?
Grasas saturadas
Estas grasas son normalmente de origen animal. Gran parte de estas grasas las encontramos en la leche y sus derivados.
Grasas trans
Las encontramos en bollería industrial, alimentos preparados, grasas sólidas como la mantequilla.
Grasas insaturadas
Las monoinsaturadas las encontramos grasas líquidas, como los aceites vegetales como el de oliva, de colza, de girasol…
Las poliinsaturadas las encontramos en alimentos como el salmón, el aguacate, nueces, la caballa, el atún blanco…
En el Asador City Wok de Málaga siguiendo las bases de la cultura culinaria mediterránea y asiática, evitamos utilizar grasas perjudiciales para nuestra salud, para que nuestros clientes puedan disfrutar al máximo de sus platos preferidos manteniendo su salud intacta.